Se me había olvidado comentaros "la organización vecinal". Uno de nuestros primeros días en Oslo, alguién dejó una carta pegada a nuestra puerta. Una carta de un folio y medio para invitarnos a "un café de bienvenida". Así que el día convenido hicimos el bizcocho correspondiente y allá que fuimos a conocer a nuestra vecina... Interesante personaje... Mientras nos decía que una semana al año nos tocaba hacernos cargo del edificio, y quitar la nieve o cambiar las bombillas cuando se fundieran; a la vez miraba la CNN y nos daba su opinión sobre el candidato demócrata "afroamericano", u opinaba sobre las bombas en Irak. La conversación sufría giros vertiginosos entre la vida en Jacob Aalls gate 15B y la política mundial dependiendo de lo que mostrara la CNN.
Al salir nos dió la lista actualizada de teléfonos y direcciones de email de los vecinos, así como el listado con los nombres de los vecinos a cargo del edificio cada una de las semanas de los próximos seis meses.
Muy organizao, pensé yo, estos noruegos son muy cívicos. Así que cuando llegó la nieve, todos los día miraba por la ventana a ver cuándo salía el vecino semanal a cargo, a quitarla del camino... Después de dos semanas, allí no había salido nadie. Hasta ayer, que un vecino harto de que nadie limpiara se puso él a hacerlo. El pobre, en cuanto acabó empezó a nevar de nuevo y ya está otra vez como al principio.
Conclusión... Aquí hay mucho civismo en papel, pero al final, la cosssssa funciona igual que en casa. Menos mal que a nosotros nos toca a finales de abril y teóricamente para entonces no habrá nieve que quitar ;-)
Al salir nos dió la lista actualizada de teléfonos y direcciones de email de los vecinos, así como el listado con los nombres de los vecinos a cargo del edificio cada una de las semanas de los próximos seis meses.
Muy organizao, pensé yo, estos noruegos son muy cívicos. Así que cuando llegó la nieve, todos los día miraba por la ventana a ver cuándo salía el vecino semanal a cargo, a quitarla del camino... Después de dos semanas, allí no había salido nadie. Hasta ayer, que un vecino harto de que nadie limpiara se puso él a hacerlo. El pobre, en cuanto acabó empezó a nevar de nuevo y ya está otra vez como al principio.
Conclusión... Aquí hay mucho civismo en papel, pero al final, la cosssssa funciona igual que en casa. Menos mal que a nosotros nos toca a finales de abril y teóricamente para entonces no habrá nieve que quitar ;-)
