miércoles, 29 de agosto de 2007

Y LLEGÓ EL OTOÑO

Ya estamos de vuelta de vacaciones, atendiendo a las peticiones de "actualice su blog más a menudo que está usted hecha una vaga"; voy a hacer propósito de enmienda e intentaré publicar entraducas semanalmente... A ver si lo consigo.

Sí que llegó el otoño, sí, o para ser más exactos, la primavera y el verano todavía no tengo claro si han pasado por aquí o no. Recuerdo que en junio hizo bueno una semana, incluso nos bañamos en el fiordo a las 9 de la noche, véase documento gráfico:


Estamos blancuchos, normal, es a principios de junio... Aquí era cuando todavía pensábamos que teníamos "todo el verano por delante". Já, que ironía, lo que teníamos por delante eran dos meses de lluvia constante... No exagero, creo que entre junio y julio no ha llovido cuatro días, el resto ha sido un no parar. Hasta hubo un momento que pensaban que se iba a desbordar el rio que cruza Oslo.

No tengo documento gráfico, que pena, y eso que hubo muchas tardes en las que parecía que el cielo se desplomaba sobre nuestras cabezas, en las que estuve a punto de sacar foto.

Ahora hemos vuelto de vacaciones, Santander y Menorca, sol, calorcito, playa, cervezucas, pinchucos de tortilla... Sólo diez días, pero han sabido a gloria... ¿Y qué nos encontramos al volver?. Pues sorprendentemente hemos tenido una semana de calor, IMPRESIONANTE, he estado a punto de guardar la ropa de invierno (seguía en el armario, total, el verano nunca llegó), peeeeeeeero, va a ser que no, el lunes volvió el otoño.

Esta mañana 6 graditos, mi jefe que vive en no sé que sitio perdido del mundo con 4 grados menos que en Oslo, ha quitado hielo del coche para ir a trabajar. ¡Qué suerte!

O sea, de verdad, ¿qué es esto?, no se puede ir en bicicleta echando de menos los guantes un 29 de Agosto... No, no, no, no... Aquí hay algo que no va bien... Por favor, que alguien venga de visita, por alguna curiosa casualidad de la vida, cada vez que hay visitucas hace bueno, ¡visitas sois mi última esperanza! Venid, venid, venid