miércoles, 17 de octubre de 2007

LA LUZ

Que en Escandinavia hay escasez de luz es algo que todo hijo de vecino sabe... Lo que no sabe todo hijo de vecino es que a los escandinavos, además, les gusta no tener luz.

El otoño ya ha llegado a Noruega, aquellos días interminables con luz hasta las once de la noche, hace ya mucho tiempo que no los veo. Ahora nos acercamos peligrosamente al momento en el que uno sale de casa de noche, y sale del trabajo de noche; la luz del día se verá solo desde la ventana de la ofi.

Menos mal que por ahora "lorenzo" aguanta y todavía se le ve durante bastantes horas. Lo que no llego a entender del todo es porqué, cuando se hace de noche, se raciona la luz eléctrica. Racionar, lo que se dice racionar, no se raciona, pero desde luego no se derrocha tampoco. Por alguna misteriosa razón, en las calles ponen una farola a graaaaaaaan distancia de la siguiente, con el siguiente resultado: no se ve nada. Así que uno va en la bici y no ve un pimiento, como se despiste mucho se traga uno de los múltiples baches en el asfalto (el capítulo, ¿pero cuándo van a asfaltar las calles?, lo dejaré para otro momento); por no hablar de los pobres paseantes de perros, a poco que el paseante viva un poco alejado del centro - ejemplo Valdenoja en Santander, o Pedralbes en Barcelona, o el Viso en Madrid - ¡tiene que salir con chaleco reflectante para que le vean los coches!

Desde luego, se pasan un poco estos vikingos. Alguién me ha explicado que claro, cuando hay nieve se refleja mucho la luz y entonces no hace falta alumbrar tanto... Hummmm, estoy de acuerdo con el comentario, pero... ¿Hasta la llegada de la nieve a una ciudad como Oslo, léase... a finales de Diciembre, repartirá el ayuntamiento linternucas para los pobres emigrantes acostumbrados al despliegue de luz y color español?.