domingo, 12 de octubre de 2008

INTO THE WILD

¡Otra vez no! No es posible, ¿no se suponía que a la tercera va la vencida?, o por lo menos, a la cuarta. Pues parece ser que no, este domingo hemos estado “Into the wild” con bicicleta.

El plan para hoy era dar una vueltuca con la bici, una sección de los intrépidos excursionstas de Rallarvegen estaban apuntados, previsión para hoy: Sol y buen tiempo. Sol, sol, lo que se dice sol no ha hecho, pero no ha estado del todo mal. El problema realmente no ha sido meteorológico, ha sido más bien “orientalógico”.

Ya teníamos claro que no queríamos una larga excursión, con dos/tres horucas ya nos bastaba. El problema ha sido que al cabo de dos horas, se nos ha ocurrido tomar “un desvío” e ir a una cabaña de la asociación de turismo noruego, a tomar café y comer algo. Se suponía que el desvío era apto para bicicleteros, pero no, de eso nada… monada. Ahí nos ves a los cinco empujando las bicis a través del monte, ni camino ni nada que se le parezca. Bueno, algo de camino había, pero vamos estilo las canales de Monserrat. Y por si esto no fuera poco, había AGUA ¡otra vez! Así que otra vez con los pies empapados. Choff, choff, choff, picina dentro de los zapatos.

Una media hora después llegamos a la cabaña, café, sandwich, waffel… La cosa mejora, pero dura poco. Resulta que se nos ocurre preguntar a los de la cabaña cual es el mejor camino de vuelta, para evitarnos caminar mucho más tirando de los vehículos rodantes. Y claro, los de la cabaña eran dos abueletes, que quizá la última vez que fueron en bici por la zona fue en 1950. Desastre de recomendación. Hemos caminado, otra vez entre agua y barro, ¡dos horas! Yo no paraba de pensar en la peli de Sean Penn (Into the wild) El tipo cuando estaba en medio de la montaña en Alaska y se moría de hambre gritaba “¿dónde están los animales?” Yo me veía en la misma situación, en medio de la montaña en Noruega, y gritando para mi “¿dónde está el asfalto?, ¡¡necesito un McDonnalds!!, ¡¡civilización por favoooor!!”

Diossssssss, de verdad, está visto que bicicleta y yo no tenemos buen carma.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Y OTRA CHUPA... LA LLUVIA Y BICICLETA TIENEN ALGÚN TIPO DE IMÁN

Menuda racha que llevo últimamente, cada vez que cojo la bici para dar una vuelta me cae la gran tromba. Hoy precisamente ha decidido empezar a llover justo cuando yo he salido de la oficina... Qué suerte, mira tú. Después de un rato de dudas: "¿cogeré el autobús y dejaré la bici en la oficina?", "¿cogeré la bici y llegaré a casa empapada"?; al final ha ganado la opción 2 y he llegado a casa empapada. Menos mal que tenía unos pantalones de lluvia que me he puesto antes de salir.

Nota: Los pantalones los llevaba en el bolso, no hay nada como mimetizarse con la sociedad en la que una vive... ¿Que se vive en Noruega y es otoño? pues nada, a llevar el típico chubasquero cántabro, de esos que venden en Godofredo, por si las moscas (mañana saldré con pantalón y chubasquero, bicicletera prevenida vale por dos).

Y siguiendo con la crónica del campeonato de chupas. Hace un par de fines de semana nos fuimos un grupillo a hacer una ruta en bici. Rallarvegen se llama la ruta y es francamente espectacular.

Previsión del tiempo para el fin de semana... Sábado: lluvia y viento. Domingo: nieve y todavía más viento. No se equivocaron no.

El viernes llegamos a Finse muy eufóricos. El llamado Finse es la repera, hay una estación de tren, un hotel, una tienda de bicis, todo ello en la estación de tren, y ya está. Eso sí al borde de un lago muy bonito. El viernes cuando llegamos no lo vimos, que era de noche cerrada, así que nos tomamos la noche con tranquilidad que había que "mentalizarse" para la excursión. Mientras las chicas cocinan...

Los chicos están "ocupados"...

El sábado por la mañana aquí estábamos los intrépidos excursionistas pertrechados con ropa de abrigo hasta las orejas, pero más contentos que unas castañuelas, de momento no llovía :-)

La esperanza de que el hombre del tiempo se equivocara, duró media hora. Al cabo de media hora empezó a llover y ya no paró en todo el día.

Después de un par de horas de bicilluvia, paramos a comer en una de esas cabañas que la organización de turismo noruego pone a disposción de sus socios. Están por la montaña, y siendo socio tienes la llave :-) En días como estos ¡se agradece el servicio! Allí estuvimos una hora esperando a Rut y Anders que llegaron en tren por la mañana, comiendo e intentando secar toda la ropa que llevábamos puesta.

E intentando entrar en calor... Menos mal que había mantucas en la cabaña

De vuelta a las bicis, y vuelta a estar empapados. Pero hay que decir que el paisaje era impresionante de bonito... Una pena verlo a través de una cortina de agua :-)

La vuelta al pueblo-estación la hicimos en tren... UEP el tren salía de Flåm! Del fiordo donde estuvimos haciendo kayak!... Desde el tren se podía ver parte de la ruta por donde bajamos.

De vuelta en "casita" los chicos cocinan, mientras las chicas están "ocupadas"

Y al loro cómo amaneció Finse el domingo!... No hacía frío ni ná

Más fotos de la excursión disponibles en el link fotucas.