Hace un par de fines de semana estuvimos en Trondheim. Era el sesenta aniversario del padre de Gaute, y allá que fuimos a celebrarlo.
Esto está a 600 km al norte de Oslo, así que normalmente en esta época del año hace un frío que pela. Pero curiosamente los días que estuvimos allí, no paró de llover.
Esto está a 600 km al norte de Oslo, así que normalmente en esta época del año hace un frío que pela. Pero curiosamente los días que estuvimos allí, no paró de llover.
La lluvia combinada con el metro de nieve que había caido la semana anterior, tiene un efecto interesante.... Se forma una placa de hielo generalizada imposible de ser sorteada... No es que haya placas de hielo aquí o allá, es que TODO es hielo. Esto complica mucho la vida diaria. Uno va al súper, y para subir la cuestecilla correspondiente tarda el doble de tiempo porque va un pasito pa' lante dos resbalones pa' tras. La subida todavía, pero la bajada por la susodicha cuesta era ya impracticable. A falta de crampones para poner en las botas, decidí dar un rodeo y bajar por una zona menos pindia.
De aquí hemos aprendido dos cosas. Una, no ponerse botas kikers con suela de goma blanca pa' caminar por superficies deslizantes. Dos, en ciudades con peligro de mucho hielo, hay que vivir en zonas LLANAS :-)
Menos mal que el último día cayó otra gran nevada y tapó la pista de patinaje... A continuación fotucas de como quedó la calle tras las precipitasaos.
De aquí hemos aprendido dos cosas. Una, no ponerse botas kikers con suela de goma blanca pa' caminar por superficies deslizantes. Dos, en ciudades con peligro de mucho hielo, hay que vivir en zonas LLANAS :-)
Menos mal que el último día cayó otra gran nevada y tapó la pista de patinaje... A continuación fotucas de como quedó la calle tras las precipitasaos.
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